viernes, 6 de abril de 2018

Silencio tras el telón del sueño

Asturias, Navidad de 1966. «En eso que llamas "la vida real" nunca puede pasar nada extraordinario», contesta Pedro Velasco, uno de los protagonistas de Silencio..., cuando su hermano censura su decisión de convertirse en pintor. Y sin dejar espacio para una respuesta ingeniosa, Pedro continúa a lo suyo, y regresa a Madrid y poco después se exilia en Londres, buscando una verdad antigua y enterrada en su subconsciente, un sentido manifiesto que le revele el significado de la vida a través del arte.

Lo extraordinario. Tan inasible como ese supuesto sentido, se presenta la otra protagonista de la novela, Kay Quirós, una mujer de la alta burguesía madrileña que, frente al carácter reflexivo y (en gran parte) pasivo de Pedro, se muestra activa y vital, se niega a ser catalogada dentro de un sustantivo común («hija», «esposa», «madre») y se adueña del futuro hasta que ya no queda futuro que domar.

Estas dos fuerzas, Pedro y Kay, opuestas a la idea de «amor romántico», pero no obstante leales la una a la otra, se separan y se encuentran, adelante y atrás en el tiempo narrativo, a través de la época que les ha tocado vivir: el final de la dictadura franquista, un Londres que para ellos no se presenta tan prometedor, el colapso creativo de Velasco en Alaska o el momento en que los años pasados multiplican a los que quedan por venir. Sexo, amor, desilusión, literatura, música, poesía, humor; apuntes sin adornos ni nostalgia sobre dos personajes, sellados en la misma moneda, antes de que caiga el telón y llegue el silencio.

'Silencio tras el telón del sueño', Mariano Antolín Rato. 
Editorial Pez de Plata (primera edición: noviembre de 2017).

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